A solo 40 km al noroeste de la ciudad de San Luis (capital de la provincia homonima), entre las últimas estribaciones de las sierras puntanas, se encuentra el río Trapiche, junto a la hermosisima villa veraniega de igual nombre. En el lugar se realizan diferentes alternativas recreativas en pleno contacto con la naturaleza. Ecoturismo, turismo de aventura, pesca, turismo arqueológico, trekking, cabalgatas, o simplemente disfrutar el día relajados contemplando el paisaje
Constituye una fantastica obra arquitectonica realizada hace mas de 60 años. La casa esta hecha en piedra de rio, por ello se encuentra en perfecta armonia con el ambiente. Si bien este tipo de construcciones era comun en los inicios de los pueblos serrranos, solo han quedado muy pocas casas en pie que reunan esta caracteristica. Se conservan algunas en El Trapiche y La Carolina.
La casa consta de:
- Capacidad hasta 6 personas
- 1 dormitorio Matrimonial con ventana hacia el río
- 1 dormitorio con 3 camas individuales con ventana hacia el río
- Amplio hall de entrada con 1 cama individual
- Living comedor muy amplio con ventanales hacia el río
- Cocina completa con microondas, heladera c/congelador y vajilla
- Agua caliente por calefón
- Calefacción mediante estufas de tiro balanceado y estufas eléctricas
- Baño amplio completo con ducha
- Hogar a leña
- Porsche de entrada con sillones
- Parque con arboleda propia
- Estacionamiento no cubierto con espacio para varios autos
Desde los jardines , el porsche y los dormitorios es posible admirar el Rio Trapiche y escuchar el suave sonido de paso.
La casa tiene el privilegio de estar en una cuadra unica en todo el pueblo.
Por que unica? Porque cuenta con bajada al rio y en sus margenes se ha formado, por accion de la naturaleza, una especia de llano o “pampa” ideal para la recreación de grandes y chicos, para tomar sol o hacer una ronda mate con amigos (en el resto del pueblo, no existe este espacio en las orillas rio).
Ademas, la poca profundidad del Rio Trapiche a la altura de la casa permite que los chicos puedan jugar y disfrutar sin correr peligro alguno.
Tarifas
Consultarlas en http://www.el-trapiche.com.ar/tarifas.html
COMO LLEGAR
Via terrestre: Desde Buenos Aires por Ruta Nacional Nº 7 hasta la ciudad de San Luis, capital provincial. Desde alli Ruta Provincial Nº 20 hasta la localidad de El Volcán, y de allí la Ruta Provincial Nº 9. Tambien puede optar por el servicio de combis regulares que salen aproximadamente cada 1 hora desde la terminal de omnibus de la ciudad de San Luis.
Via aerea: Vuelos regulares de Aerolineas Argentinas hasta la ciudad de San Luis. Desde alli cualquier de las opciones antes descriptas.
Distancia desde San Luis capital: 39 km
RESERVAS
Contacto: Ana & Nicolas Merlin
Email: casademerlin@gmail.com
Telefonos de contacto:
(011) 4571-5437
(011) 154 099-6086
(011) 156 783-0360
Messenger Chat on-line: adanicolas@hotmail.com (por lo general de 19 a 24hs)
PASEOS
Siete Cajones: Se encuentra a 3 kilómetros, se puede ir caminando, especial para jóvenes, o en vehículo. Allí encontraremos pozos o piletas naturales formadas por el río Grande, con buena profundidad, y caudal (para mayor precaución siempre preguntar a los lugareños, donde arrojarse y las épocas de crecidas).
Parque Nacional Sierra de las Quijadas: A poco más de una hora de la capital, en el noroeste de la provincia, se despliega un imponente escenario rojizo y desértico, donde el silencio crece del abismo. Ciento cincuenta mil hectáreas de tierra antigua y yerma, supieron ser refugio de gauchos matreros que escapaban de la justicia. La Sierra de las Quijadas contiene restos geológicos y paleontológicos que avivan el interés de los investigadores y forma parte inseparable de su misterioso silencio. También el viento y el agua hicieron lo suyo. Cavaron en el vientre de la sierra una gigantesca cuenca llamada Potrero de la Aguada, marco inigualable desde donde se alzan días esplendorosos. Al atardecer, el sol se incendia en el cielo y dibuja un majestuoso borde irregular. Colosales graderías, al estilo de los templos mayas, columnas labradas como en los palacios hindúes, farallones, acantilados y cornisas, son algunas de las figuras que pueden adivinarse con sólo contemplar este espectacular paisaje.Mientras tanto, el privilegio lo tienen pumas, pecaríes, guanacos, zorros grises, maras y conejos de los palos. Comadrejas y aves también buscan refugio entre las matas de jarilla. Este regalo de la naturaleza, se puede disfrutar acortando los 122 kilómetros que separan la Sierra de la ciudad de San Luis, mediante la Ruta Nacional Nº 147. Sierra de las Quijadas ha sido declarada Reserva Provincial y Parque Nacional y, dentro de sus límites se encuentra el complejo lagunar de Guanacache, al que se ingresa por el paraje de La Tranca, próximo a la Ruta Nacional Nº 20.
Antiguo pueblo minero de La Carolina: “El acontecimiento más importante de la época para San Luis, fue el descubrimiento de las minas de San Antonio de las Invernadas, posteriormente Carolina, situadas al pie del cerro Tomolasta. Según un expediente iniciado por don Vicente Becerra, en 1786, para pedir la posesión judicial de esas tierras a nombre de su esposa, legítima heredera de don Tomás Lucio Lucero, dichas minas fueron descubiertas por un lusitano Jerónimo, cuyo apellido declara no recordar. Sin embargo, en el informe que el Marqués de Sobremonte pasó al virrey, atribuye ese descubrimiento a Bartolomé Arias Renzel, agregando que a fines del año 1784 empezaron dos sujetos a catear en aquel sitio y descubrieron granos de oro, con los cuales se presentaron solicitando posesiones o estacas y, para para promover el adelantamiento de labores, se las concedió con las dimensiones de la ordenanza de Nueva España (Méjico)”.Así comienza su relato sobre Carolina don Juan W. Gez en su primer tomo de la Historia de San Luis. La principal actividad del pueblo sigue siendo hasta hoy en día la minería, pese a que en la actualidad no existe una explotación minera sistemática y de envergadura en la zona. La vieja mina se encuentra inundada y abandonada; sin embargo, los pobladores siguen “lavando oro” en el río, con técnicas muy rudimentarias y primitivas. Carolina ha conservado hasta nuestros días su antigua traza, constituyendo uno de los más interesantes ejemplos de arquitectura en piedra que conserva la provincia de San Luis.
Desde tiempos remotos de la Colonia existió allí el primer molino o trapiche, de donde ha tomado su nombre, tanto para la molienda de los minerales como para moler los trigos de la región. Al principio el trapiche se utilizaba para pulverizar el mineral aurífero (oro) que se extraía en La Carolina (población minera cercana). Hasta la década del treinta existió un modesto trapiche para moler los trigos de esa localidad y abastecer de harina a los vecinos de la campaña. En 1794 este paraje ya figura como asiento de la capilla de Nuestra Señora del Rosario, pero ya había población desde mucho antes; debió ser un importante núcleo aborígen, según asegura Reynaldo A. Pastor. El mismo descubrió en 1939 realizando una excavación, un grupo de esqueletos acompañados de pequeñas canonas, manos de morteros, boleadoras y cuentas de piedras perforadas al centro; juzgando por los dos metros de capa aluvional que lo cubría cre que debe haber sido un enterratorio de muy antigua data.
Tenemos nueva pagina web!!
http://www.casademerlin.com.ar/
